No jodamos...

Si si... todo hermoso con que hay que disfrutar de la vejez, con que ahora podemos darnos los gustos, con que el tiempo es todo nuestro, con que podemos dormir cuando se nos ocurre y bla blabla.

La vejez la disfrutas si no te duele nada, si el tiempo no lo usas yendo de médico  en médico, si tienes plata como para viajar, si no te hace falta seguir trabajando y si no le haces falta a los hijos o nietos.

Yo, por suerte no me puedo quejar, estoy muy ocupada pero con gusto, tengo achaques pero todavía son dignos y no dependo de nadie, pero veo a mujeres mas jóvenes que yo que están hechas percha, que arrastran sus piernas y sus vidas como si llevaran mochilas de piedra sobre sus espaldas, mujeres que han decidido dejarse las canas porque no pueden pagar un pomo de tintura, mujeres que a los sesenta años se quedaron solas porque los maridos gracias al viagra les dieron las gracias por el servicio cumplido y se las tomaron detrás de una pollera más joven.

No jodamos!

No es fácil ni romántica la vejez aunque nos llenen de lindas frases de paz y amor.

No es divertido ver que fulana usa bastones canadienses o que la otra esta sorda como una tapia.

Nos pega fuerte que nos digan que se murió el marido de una amiga o que está grave una prima.

Saber que somos los próximos jode.

El ocaso duele.

La realidad está a la vuelta de la esquina. Escondida, quietita, sin apuro, pero ahí está.

Y quien diga que no, es alguien que no tiene los pies en la tierra.