Aquí trabajo...

Aquí trabajo...
En el 2000 solo había cacerolas con comida caliente para cubrir " El hambre más urgente". Hoy logramos ser todo esto. Con responsabilidad, respeto y voluntad se puede!. Doy Fe!

7 de marzo de 2017

la vocación.

La vocación, flor de temita.
En mis épocas mozas - allá lejos y hace tiempo, cursar el secundario era suficiente, de ahí salíamos maestras, peritos mercantiles y bachilleres que seguramente seguirían las carreras de medicina, abogacía o ingeniería.
Algunas de nosotras empezaron algo moderno que las haría maestras jardineras, otras siguieron algunos profesorados, generalmente de inglés pero la  mayoría se quedó ejerciendo la docencia y muchas resultaron muy buenas maestras.
Los varones estaban medio perdidos y casi por mandato paterno de anotaban en alguna universidad pero sin real interés, pocos son los que de verdad fueron estudiantes con  verdadera vocación.
Estaban los que seguían el oficio de sus padres, algunos con la frente en alto, otros no tanto, vender papas no daba status o ser zapatero remendón tampoco, aunque eran los que más plata tenían siempre en el bolsillo.
Hoy, con tantos test de orientación vocacional  y con tanta información mediática casi todos los adolescentes tienen la posibilidad de elegir su carrera... ojalá fuera siempre así.
Conozco a alguien que se anoto en periodismo pero porque va su amiga  y jamás leyó un diario y ni sabe qué pasa en mundo fuera de su propio ombligo, otro que se anoto en ingeniería civil y no entiende nada de matemáticas y así sigue la cosa... perdida de tiempo y de dinero.

Hay chicos que " la cabeza no les da" diría mi abuelita, entonces para que esos chicos no anden sueltos por la vida  y que apenas y con mucha suerte estarán acomodando góndolas en un súper, tendrian que existir muchas escuelas de artes y oficios... muchas! Así se volvería a tener carpinteros, plomeros, albañiles, electricistas  o jardineros de primera.
No todo el mundo tiene vocación de verdad, o no tienen la posibilidad económica de bancarse una carrera larga entonces tienen que tener la ocasión de encontrar a la vuelta de la esquina un lugar adonde aprender a usar sus manos, hay tanta gente que puede enseñarles, gente grande que lo sabe hacer y están aburridos en sus casas mirando pasar la vida.

Yo, no me voy a morir sin abrir en El Arroyito un lugar así. Es mi gran proyecto.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy cierto

Mi hijo dejó la facultad de Arquitectura y se decidió por Informática, le sirvieron materias y hoy es brillante en su profesión, por suerte se dio cuenta que su VOCACIONno era ser arquitecto.
Elvi

gallega dijo...

NO ME CABE DUDA MISIONERITA GRACE

Anónimo dijo...

Fui al tapicero del barrio y me dijo que para tapizar unas sillas tardaría 20 días porque está solo, Dice que le enseña a los chicos y duran en el trabajo lo que un suspiro, siguen más felices no los planes que reciben sin trabajar.
Mary

claudia dijo...

estoy totalmente de acuerdo con incentivar el aprendizaje de oficios.