Hoy

Escuchando atentamente lo que irónica y cómicamente contaba Lizzy Tagliani sobre su infancia me acordé mucho de la mía. Yo también cuento con esa especie de humor negro como fue la mía.
Hay muchas cosas que por más que pasen cientos de años las revivimos en carne propia cada vez que las contamos.
Mis nietos abren bien  grandes los ojos porque no creen que su abuela cuente " de verdad " que en ese hermoso chalet - que ven en fotos -  hayan faltado cosas elementales.
Si, en esa casa de escenografía teatral siempre faltaba agua, esperábamos que de madrugada llegara un miserable hilito de agua a la canilla de adelante, cuando se rompió el calefón, por años no se pudo arreglar así que nos bañanabamos  a tachito y palangana, cuando se rompía el tubo del unico televisor, chau tele por meses porque nunca había plata para retirarlo del service. ¿ Calefacción en invierno? ... cuando se terminaba el kerosene de la vieja estufa a velas, bolsas de agua caliente en los pies y una gran frazada tapando las piernas, así mi madre y mi abuela cosían " para afuera "  y yo hacía los deberes. Debe ser por ese acercamiento familiar alrededor de una manta que yo aprendí a tejer y me hice yo solita el primer pullover a los diez años.
La casa era hermosa, mi madre tenía pretensiones de ricachona porque cuando la construyeron le hizo hacer unos huecos en el living para lucir abanicos y porcelanas - que yo vi de reojo -  porque todo se empeñó y nunca más se pudieron rescatar. La inmensa chimenea del living nunca fue encendida porque no había plata para la leña, era un rincón de adorno, al inodoro del hermoso y gran baño se le ponía papel higiénico cuando llegaban visitas porque siempre se usaban papeles de manzanas verdes,  papelitosvioletas, que se ponían en un gancho que colgaban en la pared, con el jabón pasaba algo parcido, se ponían en el lavatorio los pedacitos de jabón en pan que iban quedando y cuando llegaba alguien importante  se ponía el jabón de tocador que estaba guardado en el botiquín, se secabala toalla vieja y se colgaba la toalla fina, esa que tenía las iniciales bordadas.
( continuará)