Yo también fui pobre Señora, muy pobre!
¿ Y sabe qué? ¿ Y sabe qué?
Aparte de ser pobre aprendí a ser humilde y aprendí a dar vuelta los cuellos de las camisas, a remendar rodillas, a poner cartón en el agujero de las suelas de los zapatos y a cocinar " con nada" , pero aprendí a ver al prójimo, porque siempre hubo alguien cerca mío que por ahí necesitaba algo que yo le podia dar, aunque fuese un mate o una oreja que lo escuche.
Yo también fui pobre, pero ¿ sabe qué? No necesito joyas carísimas, hoteles de lujo, muchas propiedades ni cuentas en las islas Seychelles para ser feliz y tener buen humor. Ser humilde me ayudo mucho, claro que eso no se aprende en la Facultad de Abogacía, se lleva adentro y es gratis.
Ideas,opiniones y ocurrencias de una mujer común y bastante veterana que una vez, allá lejos - y hace mucho tiempo - fue una nena y que por suerte la sigue llevando adentro para poder ponerse a la par de tantos nietos y poder estar, jugar o simplemente escucharlos...eso, nada más...porque como dijo Gandhi " Los mejores profesores, los niños", y yo quiero seguir aprendiendo...
2 comentarios:
Y encima le dieron medalla de oro a la madre y a la hermana por haber criado a eshaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Mariotto alcahuete
impecable el post!!!!!!!!!! clap! clap! clap!
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