Mirtha y Albino...



Hola gente!

Después de buscar a la gente de Telviso y acorralarlos en mi casa, ha vuelto el teléfono, pero me anularon la alarma...siempre falta algo pal´peso ....¡ así es la cosa!

 

Contestándole a Libertad, le digo que vi al Dr. Albino en el programa de Mirtha y opino como muchos de los comentaristas de Julia: El Dr. Albino es para un programa a solas o con alguien que esté  en el tema Desnutrición Infantil, el Dr. es muy simpático  y gracioso y pudo haber hecho un programa muy ameno, los invitados de ayer NO tenían nada que ver con su tema. No es crítica....- es que no se que tienen que ver una teta con el pan rallado - ( diría mi papá).

Es más, en un momento cuando Mirtha le preguntó si conocía a Su Santidad, el Dr. comenzó a contar un encuentro con Francisco I y por supuesto fue  interrumpido y no pudo terminar  el cuentito.

Como yo tuve el placer de que me lo contara personalmente, se los termino yo:

 

Resulta que cuando el Papa lo ve a Albino entre toda la gente, lo reconoce y lo invita para el día siguiente a las 6 de la mañana, Albino estaba con una de sus hijas y un amigo, según contó, no pudo pegar un ojo en toda a noche y mucho antes de las 6 ya estaban los tres en el Vaticano, como la puerta estaba abierta, entraron y se pusieron a recorrer todo hasta que alguien que estaba limpiando los echó a escobazos literalmente.

A las 6 en punto el Papa los recibió, charlaron un rato como amigos que son y antes de despedirse Su Santidad les dijo que les iba a dar la bendición, los tres se arrodillaron  y cuando llegó al Dr. Albino le dijo: - Che Abel , a ver si  dejás de ponerte tanta gomina porque se te ve mucho la pelada...eso era lo que no le dejaron terminar de decir.

 

 

 

 

Esta foto es del día que inauguramos nuestro centro Conin en El arroyito, esa noche, el Dr. Albino dio una charla a un montón de gente, habló como dos horas y su charla fue tan fuerte pero tan amena que todos los presentes hubiéramos estado escuchándolo una hora más...y eso que era la hora de cenar, estaban todos los maridos  y sin embargo ni hambre teníamos.. mejor dicho sí teníamos hambre, pero hambre de seguir aprendiendo todo lo que este sencillo hombre sabe de Desnutrición infantil.

 

 

Es muy educado, simpático, come lo que le demos, si hay masitas buenísimo y si sólo hay galletitas de agua, para él es lo mismo, ah! y siempre con su modo suave, su sonrisa y lo más importante... su paz.