La puerta de mi hogar dulce hogar

 

 

 Era muy fea, no tenía nada que ver con la forma de la casa.
Y yo, dale que te dale y taladra que te taladra con el tema de que no me gustaba logré convencer a mi marido y la cambiamos por esta que está hecha con maderas viejas pero no es originalmente vetusta, las reciclan y quedan como antiguas.
Claro, no pensé que hay que limpiarla con mucha paciencia por los firuletes que tiene y hasta hoy me llevaba mucho tiempo: que ponerse los guantes y darle con un trapito con cera por todos los rinconcitos y todo el piripipi, hablo en pasado porque se me ocurrió una idea - que quizás no es mia y yo me las doy de sabelotodo - pero yo no la conocía.
La cosa es así:
Puse cera líquida Blem incolora en un tachito y le agregué Petrilac color roble claro -a ojo- lo mezclé un poco y lo pasé con pincel viejo, no tardé nada, llegué hasta el rincón más difícil y en 10 minutos quedó como nueva, al entrar ví que la mesa ratona del living también me miraba muy celosa y dale, ya que estamos le dí una manito a ella también, sólo que a la mesita cuando se secó el mejunje, la lustré con una franela limpia.
Quedaron como nuevas y a la puerta se le emparejó bastante la parte de abajo que es en donde el sol le pega toda la tarde.
En mi casa, una mesa, una puerta y yo estamos muy contentas, ellas porque se hicieron un refreshing y yo porque trabajé menos.
Si la idea les sirve...

Les deseo un lindo domingo y que todos votemos con alegría, es un día histórico, como cada vez que hay elecciones. ¡¡ Vamos Argentina !!