- Maridoooo, la plancha apenas calienta, cuando vos te vayas a Chile ¿ comprás una ?
- No, cómprala vos acá.
- Ok.
Unos días después entró a casa con una gran caja cerrada que traía afuera la imagen de una hermosa y super moderna plancha de primerísima marca.
- Hey ¿compraste una plancha ? ...pero yo ya compré una el otro día...claro que más sencillita que está.
- Yo no compré ninguna plancha.
- ¿ Y esta caja ?
- Abrila...
Bueno, no era una plancha, eran unos hermosos salamines que le habían regalado a mipeoresnada unos amigos que habían viajado a Santa Fe.
Creo que tardó menos de un minuto en buscar la tablita de madera, pan y un cuchillo filoso...¡buen provecho marido!...
( evidentemente los amigos conocen muy bien sus debilidades )
Ideas,opiniones y ocurrencias de una mujer común y bastante veterana que una vez, allá lejos - y hace mucho tiempo - fue una nena y que por suerte la sigue llevando adentro para poder ponerse a la par de tantos nietos y poder estar, jugar o simplemente escucharlos...eso, nada más...porque como dijo Gandhi " Los mejores profesores, los niños", y yo quiero seguir aprendiendo...
2 comentarios:
Jajaja, te engañó el hombre!
No tendrá la ropa muy bien planchada pero si la panza llena de salamines.
Mary
que bien, maravilloso los dos!
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