Un aplauso para Luis

Cada tanto mi marido y yo somos invitados a cenar a la casa de un amigo de nuestra más remota infancia, cuando éramos chicos había como una... digamos ... barrera entre ese chico y el grupete de amigos porque ėl era el hijo del doctor y estúpidamente lo poníamos ahí arriba. Por supuesto ese chico se enteró de muy grande de todo ese rollo que nos hacíamos con ese tema de que era " más " que nosotros.
Ese chico siguió la carrera de su padre y se recibió de médico a los 22 años, hoy es un académico brillante, profesor, subdirector de un hospital, es un hombre brillante que sigue levantándose a las 5 de la mañana y que tiene el mismo entusiasmo de siempre por llegar a su consultorio para atender, porque como dijo la otra noche :

- Me hace feliz oir a la gente, los pacientes quieren ser escuchados, muchas veces los problemas están en la cabeza, te diría que un 70% son preocupaciones.

- Que bueno lo que decis, ojalá muchos médicos pensaran como vos, hoy creo que la mayoria ni te miran a la cara, te dan el papelito con las indicaciones de los análisis y cuando volvés, anotan los resultados, te hacen la receta y si te he visto no me acuerdo.

-Si, hay muchos que se la creyeron...yo adoro a mis pacientes, es más a mí me pueden llamar a cualquier hora, todos tienen mi celular.

- Siiiiiiii, dijo riéndose su esposa, ya estamos acostumbrados a que lo llamen a cualquier hora, de verdad es feliz así...

- Es que es un placer trabajar en lo que me gusta y encima ser reconocido por los pares y recibir un premio tras otro quiere decir que tan equivocado no estaba no? dijo bajito...
Entonces me paré, di vuelta alrededor de la mesa y le di un gran abrazo a mi amigo de la infancia, al hijo del doctor  del pueblo...
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