Butaca beige, caja beige...

No voy con mi marido cuando va a comprarse ropa porque o le venden lo que que quieren o tarda horas y horas  en probarse un montón de cosas para luego decidir si el gris oscuro, el gris mediano o el gris claro y así...
Ayer, lo acompañe a comprarse zapatos y mientras él  hacía su propio show de la duda me fui caminado hacia el fondo del local y por huevear nomás se me ocurrió probarme un zapato que jamás compraría, a un costado estaban los espejos y enfrente unas butacas color beige, en una estaba sentada  una viejita flaquita de pelo muy blanco probándose ni sé qué. Yo, sin mirar ... como siempre atropellada, me senté ¿ en una de las butacas? nooooooo ... eso sería obviamente normal... me senté en una caja que por supuesto al recibir mi peso pluma se hundió conmigo adentro, la pobre viejita que no podía ni con su alma se levantó inmediatamente para ayudarme, a mí no me pasó nada más que el papelón pero a la pobre señora todavía le debe estar doliendo la cintura.
Por supuesto mi marido ni se enteró de nada.

Bueno, yo seré torpe pero no pueden poner en fila las butacas y una caja de cartón del mismo color, suerte que me caí yo que soy muy joven, miren si se cae una viejita... jajaja...