Ahora se rasgan las vestiduras... déjense de jorobar.
Por nuestro trabajo estamos siempre rodeadas de paraguayos y peruanos y tenemos muchas historias para contar.
Una jovencita peruana vino al país a punto de parir, no tenía nada, solo la gran panza y encima tuvo mellizos, una paraguaya trae a su madre cada seis meses para que se atienda su problema cardiaco - incluida una operación - a un hospital del gran Buenos Aires, un jardinero paraguayo trajo a sus padres para que le pusieran dientes postizos al padre y para que le arreglaran la dentadura a la madre y así puedo seguir y seguir contando que todos dicen que en Paraguay nadie se atiende gratis, conocí de cerca la historia del sobrino de una mujer paraguaya que lo apuñalaron en Ciudad del Este y estuvo con la panza abierta, a la que solo le echaban azúcar hasta que su madre pudo juntar la plata para que lo operaran y que pudiera llegar desde Asunción, así el chico estuvo cinco días entre la vida y la muerte, al final se salvó, pero no puede ni trabajar, es un lisiado a los 25 años.
También conozco médicos colombianos y peruanos que estudiaron gratis en la UBA y así puedo seguir y seguir.
Nuestros impuestos son los que mantienen hospitales y universidades, entonces no veo mal que los extranjeros paguen algo para poder estudiar o ser curados en la Argentina.
¿ No sería buenísimo que con esos aranceles se arreglaran hospitales y escuelas ?
2 comentarios:
No nos olvidemos de los bolivianos
absolutamente de acuerdo.
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