Viejo loco...

Sala de espera repleta.
Un hombre bastante mayor, corpulento el caballero apoyado sobre un andador y su esposa esperaban como yo.
Mi turno era 13:45, el médico entra al consultorio cinco minutos después y exactamente a las 14 hace entrar a un paciente x...
¡¡ Madre mía la que se armo...!!
Las puteadas del viejo del andador eran interminables, gritaba desaforado: -¡ Es mi turno, yo llegué primero, mi tiempo también vale, yo pagooooooooo, gordo hijo de put@ te voy a hacer juicio, vas a perder la matriculaaaaaa, te voy a abrir la puerta a golpes...! y muchas puteadas más que ya ni me acuerdo porque el momento fue terrible.
El médico despidió al paciente que estaba atendiendo  y le pidió a la esposa del viejo loco que entrara sola al consultorio, cuando la señora salió - por supuesto hizo entrar a otro paciente.
La pobre mujer no podía contener al hombre, le pedía que se calmara, que en esas condiciones el doctor no lo iba a atender hasta que se le pasara el berrinche, no hubo caso, la empezó a insultar  a ella y cada vez fritaba peor.
Por supuesto el silencio del resto de nosotros era impresionante.
Al ratito el médico ¿ a quién llama? A mí...ni me quiero imaginar lo que habrá seguido vociferando el viejo loco.
Cuando entré le dije al doctor - con el que tengo mucha confianza - ¡ Qué pena que me hizo entrar a mi....estaba tan interesante el conventillo de la sala de espera!
La cosa es que cuando salí no me alcanzaban las patitas para escaparme porque seguramente recibí unas cuantas  puteadas extra  del viejo del andador.

Por suerte mis controles de  tiroides están bien, que era lo importante.