Diálogo

- No quiero que estemos mal...
- A mí tampoco me gusta esta situación.
- Pero vos te sacaste mal...
- Es que no soporto la mentira y vos ya lo tendrías que saber.
- Yo no mentí
- Si, mentiste, hay testigos
- Bueno, por ahí no estuve bien...
- Si, y yo tampoco porque no me supe poner en mi lugar.
- ¿ Qué lugar ?
- El de abuela, si vos tenes  padre y madre, yo tengo que aprender a tomar distancia y convertirme en una abuelita divina, de esas que llegan un ratito de visita con un chocolate o un bollito de plata, de esas que te dicen que linda, que simpático el piercing y chau!
- Pero...
- Pero yo no soy cómplice, soy solo abuela y  así, a los golpes tengo que entenderlo, no me tengo que involucrar como si fueran mi responsabilidad, esa etapa ya la cumplí y sobradamente con mis hijos, ahora solo me queda acompañar desde mi lugar.
- Pero yo te quiero...
- Y ¿ vos pensás que yo no?
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