A la muñequita le saltó la térmica.

Me encuentro casualmente con una señora con la que no tengo mucha afinidad, es una mujer muy como decirlo...muy durita, muy impecable, muy  perfectita que sigue siendo hermosa a los sesenta y pico, es una rubia de ojos azules que absolutamente siempre está vestida como yo me vestiría para una ocasión importante.
No tenemos nada que ver, ella es una ejecutiva que maneja su empresa y yo una cartonera, la veo cuando trae donaciones o en alguna reunión pero apenas charlamos.
Parece que esta vez tenía ganas de hablar.
Luego de contarme que se iba de viaje por mucho tiempo y que había comprado esto y aquello se despachó en contra de su marido con el cual parece que las cosas estaban muy complicadas, yo la escuchaba pero la verdad mucha atención no le prestaba hasta que levantando su voz monocorde y aburrida dijo casi gritando:
- Mirá, sabés que es lo que me arruinó el matrimonio...el viagraaaaaaaaaaaaaa, porque mi marido me lleva un montón de años, yo siempre fui su muñequita y si ahora que es viejo si el tipo no quería sexo, a mi ni fu ni fa, pero con esas pastillas de mierda ...que encima parece que hacen bien...se metió con una empleadita de morondanga y los descubrí...lo hubieras visto, haciéndose el baboso con la pendejita...viejo de mierda, me arruinó la existencia, lo odio, me voy a separar y me voy a quedar con todo...ya te vas a enterar...

Epaaaaa...a la muñequita le saltó la térmica...y cómo!