Aquí trabajo...

Aquí trabajo...
En el 2000 solo había cacerolas con comida caliente para cubrir " El hambre más urgente". Hoy logramos ser todo esto. Con responsabilidad, respeto y voluntad se puede!. Doy Fe!

2 de noviembre de 2014

Odio y amor (2)

Así fue como ese joven judío alemán se convirtió en sacerdote.
Llegó a la Argentina hace muchos años, nunca habló bien el español pero igual se  hacía entender, lo siguió mucha gente y su parroquia se llenaba de gente.
Cuando yo lo conocí ya era muy viejito, su cuerpo estaba muy achacado pero su mente y su capacidad de comprensión estaban intactas.
En una oportunidad, a la casa de mi amiga iba a llegar una gran imagen de la Virgen de Guadalupe y le pidieron al curita alemán que fuera a dar una misa, a mi me tocó ir a buscarlo a su capilla, en el viaje, mi amiga le comenta que yo estaba pasando por una situación muy fea en mi familia, una traición de alguien nos estaba haciendo sufrir mucho.
Él escuchó pacientemente el relato de mi amiga y me pregunta:
- ¿ Y? ¿ Usted que pide que pase ahora?
Y yo mientras manejaba, le contesto:
-Justicia, Padre...Justicia Divina...
Se quedó callado un buen rato y me dijo en su pésimo español:
- Mirá usted, nada de pedir Justicia Divina, ¿sabe por qué? porque si pedimos Justicia Divina todos caer en volteada y yo el primero de todos por ser muy pecador en juventud...
En el semáforo siguiente, me acerqué a él y le di un beso en la pelada...

(Continuará)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que historia tan hermosa, encontrar un sacerdote que sea tan sincero y que sufrió en carne propia el dolor, e l sentimiento de odio y que haya encontrado la fe siendo un adulto, tiene mucho valor.
Debe de haber sido un anciano hermoso
Mis cariños
Elvi

Anónimo dijo...

MUY INTERESANTE