Yo tendría cuatro años cuando me llevaron al cine a ver La princesa que quería vivir, una película - todavía - en blanco y negro, por supuesto que yo no sabía ni leer las letritas de abajo y sólo miraba las figuras, pero igual me alcanzó lo que vi para enamorarme de esa chica flaquita para siempre.
Creo que nadie superó su elegancia, su finura...y eso que en su época no existía el photoshop.
Y más la quise al final de sus días por la obra solidaria y casi anónima que realizó prácticamente hasta su muerte.
10 comentarios:
La recuerdo en la peli en que ella era ciega, una genia.
Mary
Nadie con tanto charme como ella, hoy sigue siendo el ícono de la fineza.
MUY FLACA CHE
MI MADRE LA ADORA PERO A MI ME GUSTA LA CARNEEEEEEEEEEEEE
BESO GRACIELA
MATI ( SIN PODER LABURAR, NO HAY MERCADERÍA PARA ENTREGAR )
ERA BELLA PERO NO LA HERMOSURA PERO ERA TAN FINA
bella por dentro y por fuera.
No vieron a la nieta,se llama Emma Ferrer y tiene el mismo estilo.
No la conozco Charo, la voy a chusmear.
Gracias!
Mati!
Tu mami tiene buen gusto!
Lo que pasa es que a vos te gustan muuuuuuuuuuy pechugonas!
Besos a ellas!
Divina mujer
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