Un gran abrazo, un lindo abrazo.

 

 

Y hoy cuando me despedí del cirujano, ese hombre tan serio, impecable, alto, erguido y que dentro de su guardapolvos blanquísimo y almidonado que lo hacen más serio todavía, nos dimos un fuerte abrazo que sé que los dos lo sentimos de verdad y cerré los ojos, me di cuenta que si, luego nos dijimos cosas lindas y le di las gracias por todo, por haber cumplido, por decirme siempre la verdad y porque dentro de esa capa de seriedad hay un tierno.

Nos veremos en un año simplemente para un control y me ordenó  que me divierta porque todo está bien.

Agregó unos ítems para el análisis que tengo que hacerme mañana, pero ese ya va al endocrinólogo para estabilizar la dosis de T4

Lo sentí feliz y yo ni les cuento, esta etapa ya la pasé con un 10 porque hice todo lo que se me ordenó sin chistar y por ser obediente, así dijo él.

¡Gracias, Doctor Mezzadri !