Un placer y una venganza

Mi nieto mayor no me visita,

 creo que ya vive en mi casa, siempre tiene alguna excusa para venir, estudiar juntos, hacer la siesta cuando vuelve de la facu, algún tostadito, venir a dormir o sólo charlar, un chico que con casi 19 años venga a lo de los abuelos es un placer tan pero tan grandeeeeeeeeeeeeeeee...

 

Anoche, el papá - que viene a ser mi hijo mayor - vino de pasada a ver como me está yendo  yo con la  nafta ( levotiroxina) y me causó gracia que su hijo lo atienda al padre sirviéndole gaseosa y despidiéndolo como si su papá fuera una visita porque la criaturita se quedó en casa con nosotros.

 

Acá viene mi venganza.

Los que tienen la suerte de ser jóvenes o  los que no sufren la porquería de la presbicia que delata que sos mayor de cuarenta, no entienden que UNO NO VE DE CERCAAAAAAAA.

Durante años, cada vez que este hijo mío me quería mostrar una foto o algo para leer, decía: - Siiiiiiiiiiii ya sé ....tenés que buscar los anteojos ...ufaaaaa...

Anoche, el hijo le quiso mostrar una foto de un auto que tenía en el celular y la respuesta de su papi fue: - Esperá un minuto, porque si no me pongo los anteojos no veo nada....

 

Yo, quietita y en silencio (pero por dentro me reía como el perro Patán, te llegó la presbicia ¡veterano!   jajajaja)

 

¡Madre vengada!