Al fin!

 

 

 

 

Años de años pasé esperando que algún carpintero entendiera lo que yo necesitaba, venían, me escuchaban y salían como espantados, todos prometían volver con el dibujito y el presupuesto, pero ninguno aparecía de nuevo, mientras tanto yo seguía todos los santos viernes acarreando mesas de plástico para que pudiéramos entrar todos en la cena familiar.

Claro que si yo ubicaba a los más pequeños en otro lado entrábamos, pero yo quiero que estemos todos juntos compartiendo la " gran" mesa. Los quiero ver a todos, para eso nos reunimos, ¡ qué  tanto!

 

Bueno, hace unos pocos meses vino un  carpintero gordito, muy simpático y muy piola que me entendió y...¡¡ me trajo la super mesa que inventé !!

Mide 3.50 de largo y 1.20 de ancho ( así entran 2 personas en las cabeceras) y lo bueno es que desde las dos puntas se sacan tablas que se sostienen con una larga madera por abajo y se agranda un metro más en total , ese alargue ¿ se llamará así? se ve en la segunda foto - que está plegado hacia abajo - .. Ah! estoy feliz, ahora entraremos los 17 comodamente y hasta podrá sentarse algún " colado" que por supuesto siempre hay ( por suerte) .

Ahora faltan las sillas - ahí, en la foto  estoy probando las del comedor diario - para ver el tema de la altura  y  también tengo que comprar tela para hacer  nuevos  manteles porque obviamente los que tengo me quedan recontra cortos. Todo a su tiempo, lo importante era la mesa que nos albergara a todos.

 

El tema de la  comida nunca me preocupó, pero el no tener lugar para sentarnos sin apretarnos tanto me tenía locaaaaaaaaaaa.

 Ahora:

¡¡A comerlaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!