Mini historia (2)

Sigo con la historia.
Mi papá era corredor de las bodegas Furlotti, su zona abarcaba  Barracas, Parque Patricios y Constitución, por ahí estaba el almacén y bar donde trabajaba Paco, el asturiano, con el tiempo se hicieron grandes amigos y mi papá siempre nos contaba las historias de la guerra civil española que le contaba ese amigo, el almacenero.

En el año 1958 en pleno mundial de futbol iban a jugar Argentina - Checoslovaquia y lo televisaban, en mi casa había una tele que mi abuelo le había regalado a mi abuela - cosa que en  esa época era un lujo - y  mi padre lo invitó a su amigo almacenero y a su hijito para que fueran a ver el partido a casa.
Eran amigos desde hacía por lo menos 8 años pero nunca sus charlas salieron del boliche, cuando mi papá le dio la dirección, Paco, el almacenero empezó a reírse... mi viejo no entendía nada, la cosa es que vivíamos en zona sur y exactamente a una cuadra, caminaban las mismas  cinco cuadras  para ir a tomar el tren y  jamás se habían visto en el barrio.

O sea  que a al hijo de ese almacenero  - mi marido - lo conocí el día del partido, yo tenía casi ocho años y el muchachito calladito y educado casi 11, con el tiempo nos hicimos amigos porque íbamos al mismo club y teníamos una linda barra de chicos y chicas ( con algunos nos  seguimos viendo...todavía viven...lo que es mucho...)

Cada cuál tenía sus amores y jamás lo miré con otros ojos que no fueran amistosos, cada uno en lo suyo, como mucho me llevaba a bailar porque como era "tan buen chico, era una garantía" entonces yo me libraba de ver a mi madre en un rincón de la pista del baile, por supuesto yo ni en pepe bailaba con él... ni él conmigo, yo siempre estaba enamorada de algún imposible y él me consolaba, pero nada más, él tenía novia fija pero ...si se habrá escapado con otras! y como éramos amigos nos confiábamos todo, éramos grandes amigos y nada  más! Lo juro!

Venía a mi casa a cada rato pero yo ni pelota, se iba a charlar de futbol con mi papá y recuerdo que comían salamines. Yo estaba absolutamente en otra, eso sí, me encantaba tener un amigo fiel que siempre me escuchaba...ojo! y yo a él también eh! Lo nuestro era una hermandad, encima los dos hijos únicos , éramos hermanos de verdad!

( Continuará)

Estoy leyendo lo que escribí y creo que lo hice dormida o soy la farolera porque todas las cuentas me salieron mal.
Aclaro; era el año 1958 y yo tenía 10 y el muchachito casi 12, ahora si!